El odio a veces se puede convertir en algo que fastidia,
algo que no puedes vigilar, cuando una persona no la puedes ver ni en una foto,
ni siquiera oír su nombre o en lo peor de los casos; que ni te la puedes
imaginar, se vuelve algo tan pesado, te amarga y te deja sin excusas al
responder porque desprecias a esta persona. La gente inmediatamente te cataloga
como celoso. ¿Qué se puede hacer cuando no te puedes ni encontrar con esta
persona en la calle? ¿Hasta dónde puede llegar el odio? Todos hemos visto pasar
el aborrecimiento y todos lo hemos tenido al lado, pero cuando te toca ¿Qué haces
para no vivir cargando este pesado odio? No hay respuestas contundentes, sin embargo mientras
más grande sea el resentimiento más pesado es de llevar.
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