Cuarto capitulo de "mi venganza":
-Por favor, no llamen la atención, se los suplico, estoy en grave peligro.
-Acrecienta Raiza con un terrible miedo reflejado en sus ojos y no paraba de
llorar.
-Padre, ¿me deja hablar con usted a solas?, un minuto, es solo un minuto.
-Agrega la monja al padre Jacobo.
Salen del cuarto estos dos y emprenden a conversar:
-Padre, si no quiere llamar la atención es que algo oculta ¿y si es una
criminal? No sé, eso de aparecer así como así… no sé.
-Luz, está embarazada, criminal o no, no la voy a desamparar ¿Qué pasa, no
te enseñaron nada en tu convento?
-Pero padre…
-Nada, si ella no quiere llamar a nadie, no llamamos y ya. Hay que ayudarla
a parir nosotros.
-¿Qué? ¿Padre Jacobo, usted se ha vuelto loco? -Pregunto sorprendida.
-¿Cuántas veces hemos ayudado a parir a mujeres de la calle, Luz?
-Pero…
-La vamos ayudar a parir. Tenemos que hacerlo, dios nuestro señor nos la
mando por algo.
-Lo lamento padre, pero yo llamare a la policía. -agrego Luz
decidida.
-Escúcheme Luz, por favor, después de ayudar. Lo hacemos, quiera ella o
no.
…
-Por Jesucristo, está sufriendo. -Insistió el padre, tratando de convencer
a la desconfiada monja.
No estaba tan persuadida Luz pero de un momento a otro Raiza empezó a
ponerse peor y a gemir con muchísimo más de padecimiento hasta rompió
fuente. En ese momento se decidió por ayudarla, trajeron agua caliente,
pañuelos. Cerraron la puerta y empezaron a ayudarla a parir.
-Te vamos socorrer, hija, pero tienes que ayudarnos tú también. -Expuso el
padre colocándose al lado de Luz-, Tienes que pujar.
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