No es fácil cuando alguien te escupe la palabra “no me avergüences” por lo que eres, que no seas parte de tu
mundo porque puedes incrementar su
humillación, más bien creo que es un motivo de suicidio para muchos, sin
embargo hay que llenar con pilas nuevas las fuerzas y seguir con lo que quieres
y no permitir que las personas te hagan sentir como un mosquito pegado a su
parabrisas. La vida ni siquiera es de
uno para que sea de alguien más, tú decides a dónde vas con ella y si quieres
seguir con esas personas que te quieren cerrar la mente para que no pienses
diferente, así como una dictadura.
Pero, ¿qué hacer cuando te imponen y no hay calles libres
por donde correr? que siempre haya alguien que te detenga y te ordene que
hacer. La mejor manera es escapar y no dejar que te vean más, para que no seas
parte de su mundo y empieces a serlo en el tuyo.
No es cómodo tener las riendas de tu vida, pero es libertad,
es felicidad y con todo esto viene la independencia y no arrimarte más a las
personas que quieren dictar tu vida, estar en plena autonomía y no más
dictadora.