"La muerte toco a su puerta y se lo llevo"

   Mientras estás acostado abrazado de la soledad y la calma, te pones a pensar, y extrañar algunas cosas que hacías antes, y caes en el orificio de los recuerdos, buscas a las personas que sentías que no podrás vivir sin ellas, de las que se van sin previo aviso, sin decirte adiós. Que fuerte es contar los años con las manos  y sorprenderte al darte cuenta que no han pasado tanto desde que el capricho de esa maldita enfermedad se lo llevo al mundo de los muertos.

Estás indagando en tu mente los momentos que hoy son recuerdos gratos, de todos modos no pierdes esa costumbre de volver tus ojos vidriosos y batallar con las lagrimas que ruedan por tu rostro.

Duele ver a alguien partir, con quien compartiste  situaciones que jamás serán olvido,  situaciones que te llevan a asomar la sonrisa como motivo de nostalgia y felicidad a la vez. Recordar a alguien cuando estaba vivo que luchaba descalzo sin importarle donde y cuando caminara, es preferible a verlo decaer y ver el brillo de la muerte llenándose en sus ojos inocentes.  Cuantas veces volteaste la vista para no verlo morir, no verlo irse poco a poco, como lo carcomía por dentro esa impredecible enfermedad, que toco a tu puerta y jamás se fue.

"¿Perseguimos al amor?"

   Estaba caminando por una calle y de pronto veo por el otro lado de la cera al amor caminar, que solo estaba, entonces no dude en comenzar una persecución, cruce la calle de la amargura atravesando por varios carros del desalojo, y continúe en mi asechanza. A veces se ocultaba en algunas tiendas que estaban cercanas; una era música, otra de chocolates y buscaba la de flores pero no la encontró, ¿Qué estará buscando exactamente? Me detuve en una esquina esperando que me viera, y venga por mí, pero estaba  caminando muy rápido, estaba buscando algo o alguien, no tengo idea si me vio. En un momento el amor se quedo parado buscando a los lados con la mirada, ¿Qué buscaba?  Me repetí. A los segundos creí perder al amor, pero estaba en la esquina, tomando un taxi. Tenia que alcanzarlo, quizás si logro tocarlo o estar en frente me llegaría a ver y se diera cuenta que necesito un poco de amor. Se coloco una multitud frente de mí, era como un escudo, no podía ver ni caminar, trate de esquivar a las personas, pero venían más y más, luego cuando termine llegando para la felicidad de mi soledad el amor ya se había subido al taxi. Me quede con ganas de conocer al amor.

"Una guerra llamada: vida"

   Te sientes en una piscina gigante y casi vacía, que solo son pocos los que están nadando en esta, intentas gritar a las personas que están fuera de ella; que tú eres de esta piscina y no puedes cambiarte, pero nadie te escucha y se hacen los sordos. Te miran de lejos y se hacen los que no te ven, te juzgan porque la manera mas fácil es clasificar, la difícil es comprender. No sabes que te espera en el día de mañana y a veces tienes miedo; de dormir con la tristeza al lado y despertar y no encontrar la felicidad esperándote en un rincón.

Todos los días veo la vanidad paseando por la calle, la lujuria oculta bajo un traje de amor y los prejuicios son esos los que veo por todas partes, acosan a la gente desigual, mucho saben como es exactamente este suplicio. El que te mira con aversión porque no eres de su especie, el que se burla porque no comprende “¿Qué eres?” El  que espera que hagas algo mal para mencionarte sus éxitos y  el que se agobia cuando haces algo bien.

        "La vida es como una fiesta de disfraces todos usan mascaras"

 

"Les complace mi ira"

   Me impresiona la capacidad de alegrarse que tienen la gente al verte irascible. Piensan que esa furia es parte porque eres infeliz y la realidad no es así; es un instante que te encienden esa chispa que luego va aumentando gracias a los que van aventando la  leña. Un ser humano normal tiende a tener estos arrebatos de sentimientos; no siempre puedes estar contento, si eres feliz eternamente ¿Cómo sabrás que lo eres sin tener un instante de cuita? “hoy estás feliz, mañana también y pasado” esto es realmente imposible, hoy puedes estar alborozado, mañana entristecido, pasado despechado o cualquier otro mendigo estremecimiento. Es algo que llena a un hombre, que aburrido es tener siempre lo quieres sin dar un salto o abofetear cualquier obstáculo que te sorprende en el camino, es muy dignificante el resultado cuando sales victorioso. En el tráfico para llegar al éxito, hay que pasar por mucho, y uno de estos es la ira, pero no comprenden, pretenden burlarse de lo que te pasa para colmarse de placer sintiendo que ellos tienen la mejor existencia.

Y cuando terminas este mal día, ambicionas estar con la persona que te escucha, la que no le es difícil sacarte una sonrisa,  es como el bombero que viene apagar las llamas del incendio.